Recuerdo esa casa de tejas rojas,
aún no me olvido del bosque arbolado,
y yo sin ti , aquí he quedado…
Y frío en mi alma, se deshoja.
Tan solo recuerdos registra mi mente,
y tan ocres hojas sembrando el camino,
a ti ya no veo,¿Te has ido realmente?..
Aún en mi estás. ¿Será mi destino?
Los farolitos alumbraban la senda,
pequeñas luciérnagas del pensamiento,
recuerdos fugaces en todo momento…
Y a ti no te olvido, y en mi cuerpo tu
ausencia.
Densa humareda, chimenea humeante,
mirándola sigo y aquí tan distante,
el viento que arrasa las chispas y el fuego…
Así terminamos, distantes tan luego.
Cristales dorados, aquel ventanal
olvidar no pudimos, no supimos que hacer
esos días lejanos, ese mes otoñal…
Los dejamos partir, quizás sin saber.
Jorge Naonse1967 / 1969
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