lunes, 4 de julio de 2011

Dos caminos

¿Recuerdas, dulce Seerhezahade?
En Mar del Plata, recomenzamos.
...
Fué en ese verano lleno de encanto,
comenzaba nuestro segundo intento,
el primero, había fracasado
al poco tiempo de comprometernos.
...
De nuevo juntos, volver a comenzar,
lo que había fracasado por vez primera,
y tú volviste a mi, quisite reanudar...
Lo que se fué, antes de la primavera.
...
Jamás te fuí a buscar,
aunque mi corazón se desgarraba,
jamás fuí hacia tí...
Y por dentro, por dentro me quemaba.
...
Te apareciste, de repente y de la nada,
perdón pediste, por lo que te pasaba,
y con lágrimas en tus ojos me dijiste
arrepentida estoy, y yo, te creí.
nuevamente te creí, y volví a tí.
...
No estabas segura.
¿Por qué volviste a mí?
...
Nuestros caminos se habían abierto.
¿Por qué, no lo dejaste así?
Y nuestras almas, hacia camino incierto,
recomenzaron a sufrir.
...
En esta tarde gris de otoño me pregunto,
mientras las hojas muertas van cayendo,
mi triste sombra camina en este parque...
Mi corazón de tristeza está muriendo,
por mas que pienso y pienso,
mi alma nunca lo comprendería,
y luego fué el fracaso,
y por vez segunda, de nuevo aparecía.
...
Si como amigos, inseparables fuimos,
en nuestro amor, nuestro triste amor,
jamás supimos mas que hacer,
y nuestros problemas, jamás, 
jamás, supimos resolver,
un amor que nunca florecía...
Y solo pena y daño nos hacía día a día.
...
Y fué por eso, y juntos lo hicimos,
en nuestro triste amor abrirnos tuvimos...
Abrirnos, en dos caminos.
...
Jorge Naonse 1961 / 1965