domingo, 16 de enero de 2011

¿QUIÉN ERES?

Aun pienso, añorando recuerdos,
como fuerte tormenta minándome están,
leves borrascas de tenues sueños...
Tan vagas secuencias, que no se irán.
.
Esa voz, martillando mis sienes,
palabras anónimas y con misterio,
sus breves trazos hacen oír,
mi calma se llevan hacia lejanos confines...
Y atormentándome logran, hacerme sufrir.
.
¿Por qué ocultarte, reconocerte no quieres?
Esconder en las sombras, tu identidad,
as.i en la noche, tu vas caminando...
Y en silencio me quedo, y mi soledad.
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Preguntas surgen, muy dentro mío, 
ocutando respuestas en débil pasado,
descifrar no podría aunque quisiera...
Saber quién tú eres, querría si pudiera.
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Ocultos misterios, es lo que escondes.
¿Eres mujer o acaso eres hombre?
¿Por qué no te das  a reconocer?..
Y caminos despejas hombre o mujer.
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Verdad nada mas, será requerida,
camino que marca, la ley y la vida,
pensamientos ocultos, jamás estarán...
 Con el camino y la vida, nunca podrán.
.
Figura sin nombre, no hallarás el camino,
con silencios pasados, enfrentas destinos,
tú, dime quién eres, responderé...
Tú dime que quieres, y respetaré.
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Y aún sigues así, en silencio te ocultas,
acallando palabras y sin poder descifrar,
tan solo el silencio, es el eco a preguntas...
Y respuestas no hallo, en mi noche invernal.
.
Jorge Naonse derechos 784.085

UN SUEÑO

Así, yendo por mi camino, buscano mi destino,
ya libre de soledades y tan lleno de tristezas,
vagando por este mundo, cansado de penumbras,
lleno de nostalgias mi pensamiento así me dejó...
esa triste  oscura y amarga noche.
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Noche tan repleta de angustias y dolientes pesares.
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Luego, se hizo presente, con fuerza tan demente,
alojándose en mi cuerpo, se alojó en mi mente.
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Ese sueño, tan profundo y tan amargo,
tan lleno de prguntas, se asentó en mí,
con terrible fueza tomó mi espíritu...
Sumiéndome, en tan recordado letargo.
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La distancia, no deja recuerdos ni olvidos,
ni siquiera, algún sueño en el pensamiento,
todo del alma se ha ido y perdido.
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Esa noche al dormirme, no recordé tu nombre,
ni tu figura, imagen y rostro se presentaron en mí,
como una triste pesadilla, extraño presagio...
Quzás eso fué, una triste premonición.
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Al otro dia, golpeé tu puerta, y ahogaste el llamado,
tú, no quisiste atender mi ruego desesperado,
y con inmensa furia, inyectaste ese agravio,
ofendiéndome a mí, en mi rostro.
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 Y no lo sé, si puse cara de desafío,
angustia, tristezas y negra soledad,
la fria calle me esperó, a ella fuí con dolor y hastío.
.
Fué todo tan incierto, oscuro y patético,
tan inseguro y tan si sentido y  vacío,
seco, y sudando con frio en esa triste escalera...
Sin fuerzas ni deseos, muy exausto quedé.

Jorge Naonse   Derechos 784.085