viernes, 20 de julio de 2012

Éramos cuatro

Éramos cuatro, desde ése día
éramos cuatro, yo lo sabía,
pero la vida me fue alejando
por un camino jamás vivido
por un camino, desconocido.
...
Sin embargo mis pensamientos
los recordaba en todo momento,
aquella noche de cumpleaños...
Éramos cuatro que festejábamos,
con Barbagallo y Domingo
Lo conocí, a Federico.
...
Yo, no tenía ningún amigo,
y por vez primera sentí
que tenía tres,
sí, lo creí.
...
A Domingo lo conocí
en el taller del inventor,
muchos días juntos pasábamos
y los recuerdo con amor.
...
Con él leí a Hermann Hesse,
con él leí a Ingenieros,
con él entendí a Beethoven
Mozart y muchos más,
con él aprendí por vez primera
que un amigo verdadero
tendría ahora, de aquí en más.
A través de él,lo conocí a Barbagallo,
un chico muy extraño,
con poderes desconocidos,
en su casa, realizaba magia,
había descifrado un gran secreto,
el secreto de Alí Babá.
...
Un día dijo, sésamo ábrete
y yo aturdido, sorprendido,
vi, las maravillas del más allá.

Barbagallo, amigo de mi amigo,
hombre de leyes que conocí,
al ser amigo de mi amigo
también lo era para mí.
...
Así llegó el cumpleaños
que festejaba con mi amigos,
el cuarteto se completaba
con la llegada de Federico.
...
Muchacho locuaz, con mucho sentido,
nos relataba...las experiencias,
que junto a Barbagallo, había vivido,
él lo había llevado, arrastrado,
a un pequeño consultorio,
y con lujo de detalles, relataba,
a lo que su amigo
lo había inducido.
...
Éramos cuatro.
 ¿Lo seguiremos siendo?
...
Han pasado tantos años
sin saber con qué destino
yo me abrí de ésos amigos
no por diferencias, yo entendí,
nuestros caminos, eran distintos.
...
Cuantas nostalgias, se aparecían
en el día del amigo,
cuantas tristezas y sinsabores
que mi ser ha padecido.
¿Qué había sido de mi maestro?
¿Qué habia sido de mis amigos?
...
Tras muchos años de buscarlos,
un día hubico a Federico,
la emoción de verlo, escucharlo,
me es imposible describirla,
así charlamos ése martes
y me contó de Domingo,
de Barbagallo, de su vida,
y lo que fue su camino,
yo lo escuchaba embelezado
y me contaba, me contaba.
...
¿Que había sido de sus amigos?
Cuantas cosas, cuantas cosas,
que yo había perdido,
han pasado tantos años...
Y éramos cuatro,
ojalá sigamos siéndolo,
es todo lo que les pido.


Jorge Naonse 2008