martes, 28 de junio de 2011

Lo que se fué

Así, hubiera querido ser
y no pude lograrlo,
quise convertirme  y ser...
Todo lo suyo, todo para mí.
...
Sin embargo, a todo lo opuesto
me convertí y logré llegar.
...
Necio y servil, sin fe,
lleno de actitudes absurdas,
todo eso llenó mi alma y mi cuerpo,
la tenebrosa amargura me invadió,
llenando mi mente invadida de recuerdos
plagadas tristezas que había borrado,
desencanto brotado de aquellos momentos.
...
Esa absurda y triste mentira
se asemejaba al mismo delito.
...
Querer usurpar la vida,
encasillar un alma,
un debate necio y total
de mi mente y las ideas
revoloteando el pensamiento.
...
Choque mezquino y fatal,
tan lleno de posesión y decuido.
...
¿Por qué hice eso,
por qué ese desafío?
Locura, locura mía,
vorágine de encuentro
entre mi ser y mi alma.
...
¿Por qué tanto arrebato?
Y en mi alma tanta furia
y tantos, tantos desencuentros.
...
Trazos de sensibles penas,
marcaban sus ojos y su rostro,
llena la cabeza de tristes pensamientos,
y visibles llagas de angustias y tormentos.
...
Siempre llega tarde
el amargo arrepentimiento
y aún, mas tarde llega el sosiego.
...
Hoy, solo está latente
esa vaga idea de la dulce calma,
vislumbrando apenas quizás
esa oportunidad tan lejana
podría ser, mi única esperanza, 
y esa dicha tan querida...
Dicha al fin perdida.

Jorge Naonse