domingo, 8 de enero de 2012

El comienzo

A tí  graciosa muchachita,
veraz ilusión que presiento,
en letras quiero expresarte
esto que nace en mi, y lo siento.

Sí, muchachita triste y soñadora,
suave muñeca, y delicada voz, 
en esa noche no tan serena,
me contabas, tu amarga pena.
El mundo estaba alegre
la gente toda se reía,
tú y yo, en esa mesa,
sin percatar que sucedía.
Al mirar tus ojos, ver tu rostro feliz,
sentir que un nuevo amanecer
naciera tan solo para mi,
y como fénix tu resurgieras.

En ti he visto la tristeza,
en ti sentí, la alegría y  el amor
en tus ojos profundos e intensos
tan plenos de ternura infinita
fluye esa mágica llama
con todo el encanto y esplendor...
Graciosa, graciosa y dulce muchachita.

Muchas horas juntos,
ya, nos amábamos,
desde ese dia
en ese baile nos miramos,
y tú, tenías tu pena y yo la mia.

¿Quién iba a imaginarse  ese dia?
Nos encontrábamos, y donde estábamos?

En un mar de gente en este mundo,
pleno de rosas espinas y de pena,
al fijar mis ojos en ti pensé, es una nena,
y que equivocado estaba, era mentira.

Así, nos conocimos esa noche,
tan plena de lluvia y negro cielo,
almas gemelas tan llenas de pena,
jamás imaginé, en ese dia...
Fundiéramos dos penas, en un anhelo.



José Gennaro 1967