lunes, 3 de octubre de 2011

Neruda y yo

DE ANNY RAMIREZ ENCARNACIÓN
NERUDA Y YO


Querido amigo Neruda
que descanse usted en paz
de cuanta amarga tortura
presencia esta sociedad.

Respecto al Versainograma
que escribió en la ocasión
para esta isla tan bella
desgraciada por Colón,
por ser yo hija de ella
vengo en representación
a comparar aquel verso
con lo que vivimos hoy.

Porque aún no siendo dominicano
en la carne y en los huesos
nuestro ultraje lo sintió.

Si usted pudiera escribir
este verso nueva vez
diría más de lo que ha dicho,
de lo que pudo ser y no fue.

Santo Domingo hoy se ha vuelto
un desasosiego total,
donde nos enfrentamos a la miseria
en una batalla campal,
porque aunque ya no está Trujillo
en las huestes del poder
existen aves de rapiña,
que son quizás en el fondo,
peores gentes que él.

¡Ay Neruda! que triste
y dura es la vida para
el dominicano honesto
que trabaja día a día
para pagar los impuestos,
quedándole muy poquito
para su propio sustento.

No ha cambiado mucho la convivencia
desde aquellos días funestos,
hoy nos aguarda la delincuencia
a la boca de la puerta
y a la vuelta de la esquina,
el pulpo del narcotráfico
compra a quien se le antoja,
crímenes violentos,
que dejan un gran pesar,
un terrible desconsuelo
y una tristeza muy honda.

¿Y qué de los peces gordos?
de esos nadie conoce la pista,
todo se queda en bla,bla,bla,
buchipluma y noticias.

Creo amigo Neruda con toda sinceridad
que hoy la historia es más cruda
y con mucho más variedad.

Porque con todo y democracia
estamos llenos de ataduras.
Comida cara y de la energía eléctrica
muchos apagones y altas facturas.

Los políticos como siempre
engañando con un montón de promesas
equivalente a basura.

Parece cuestión de Satán
porque cada época de elecciones
acudimos a las urnas
como gente inmadura,
que yerra y yerra cada vez peor
como quien padece de amnesia
y se le olvida la tortura.

A sinceridad yo si creo
que Colón vendió el alma
de esta isla al Diablo
a cambio de oro
y fama por supuesto,
y Trujillo le siguió los pasos
renovando el contrato desde luego,
para hacer lo que le viniera en gana
con la sangre de este pueblo.

Hoy por hoy, continuamos malditos
disfrutando de pésimos gobiernos,
seguimos siendo los número uno
en estirar el devaluado peso,
que sirve a duras penas
para comprar un café, leche, pan,
una cerveza, un cigarrillo,
un loto, pale o tripleta
para ver si ignorantemente
salimos de la pobreza.

Me gustaría saber
que diría Juan Pablo Duarte de esto,
pensaría que su lucha fue en vano,
que perdió todo su tiempo,
su juventud y su dinero.

Desafortunadamente
se han extinto los hombres valientes
que saquen la cara por el pueblo.

Hoy tenemos mucha droga
y reguetón para que nuestros jóvenes
no salgan del chiquero.

Nuestra historia no ha dejado
de ser amarga y funesta
y por continuar siendo amarga y funesta
hoy en tiempos modernos,
con tristeza desmedida la cuento.

Porque si hasta los poetas nos callamos,
de que nos sirven: la pluma, la tinta,
la lengua y los argumentos.


Anny Ramirez Encarnación

escritora_dominicana@hotmail.com
derechos reservados