sábado, 8 de octubre de 2011

Camino y bohemia

Así, lentamente comienzo
mi triste y amargo camino,
agazapado y sutilmente,
entre los grandes peñascos,
empinados riscos de mi vida
tan sombrios, tan horribles.
...
Con amarga desazón quisiera volcar,
erradicar toda esa inmensa amargura,
dejar el sueño maldito y despertar, 
y cambiar barrancos por llanura.
...
He caminado despacio,
he pensado tan tranquilo,
en estos tristes dias
tan llenos de nubes sin sol,
en esas noches negras,
tan faltas de esperanzas
con todas las estrellas ocultas,
y yo, sin poder verlas.
...
¡Cuantas opacas y quietas lunas!
En las sombra de la noche
me estuvieron observando 
en este, triste rumbo de mi sino,
en la soledad de mi camino.
...
Lo he pensado, lo he decidido,
hoy, prefiero morir, es todo, 
así ha de ser, así, ha de concluir,
así, debe terminar mi camino,
abrazado y sin desligarse...
Y amarrado a mi triste bohemia. 

José Gennaro

Imagen









Así hubiera querido ser,
y no pude lograrlo,
quise convertirme y ser,
todo lo suyo, y todo para mi.

Sin embargo, a todo lo opuesto
me convertí y logré llegar.
Necio y servil, sin fe,
lleno de absurdas actitudes,
todo eso me invadió
en esos tan amargos
y muy tristes momentos.

Esa absurda y triste mentira,
se asemejaba al delito,
querer usurpar la vida,
encasillar el alma,
un debate necio y total
de mi mente y las ideas,
choque mezquino y fatal
tan lleno de posesión y descuido.

¿Por qué hice eso?
¿Por qué ese desafío?
Locura, locura mia,
vorágine de encuentro
entre mi ser y mi alma.

¿Por qué tanto arrebato?
Y en mi alma tanta furia,
y tantos desencuentros?

Tan sensible su pena,
tan tristes sus pensamientos
y tan llenos de tormentos.

Siempre llega tarde
el amargo arrepentimiento,
y aún mas tarde llega el sosiego.

Hoy, solo está latente
esa vaga idea de la dulce calma,
solo apenas y quizás
una oportunidad lejana
podría ser mi única esperanza,
y esa dicha tan querida
dicha al fin perdida.






José Gennaro 1967 / 1969