domingo, 14 de noviembre de 2010

OTOÑO E INVIERNO DEL ALMA



Ocres frondas, tan esparcidas
veo sembradas en el sendero,
el gris otoño se va alejando
y el negro averno, se acerca al ruedo.

Verdes colinas  cedieron su paso
cantar las aves ya no se escucha,
frío en tu alma y tu regazo…
Tan tristes tardes y mi pena es mucha.

Amaneceres de espesa bruma,
sin esa cálida luz del sol,
noches oscuras sin bella luna…
Marcando ocasos, desierto amor. 

Con fuerte azote el viento siento,
 y dentro el pecho gélido frío
frío en el alma frío en mi cuerpo…
Añorando esos tiempos, aquel estío.

Sabor amargo siento en mi boca
ansias y sueños alejándose van,
añoro esos días y con furia loca…
Espera mi alma, regresarán.
...................
Recuerdo esa casa de tejas rojas,
 aún no me olvido del bosque arbolado,
y yo sin ti , aquí he quedado…
Y frío en mi alma que se deshoja.

Tan solo recuerdos registra mi mente,
y tan ocres hojas sembrando el camino,
a ti ya no veo,¿Te has ido realmente?..
Aún en mi estás. ¿Será mi destino?

Los farolitos alumbraban la senda,
pequeñas luciérnagas del pensamiento,
recuerdos fugaces en todo momento…
Y a ti no te olvido, y en mi cuerpo tu ausencia.

Densa humareda, chimenea humeante,
mirándola sigo y aquí tan distante,
el viento que arrasa las chispas y el fuego…
Así terminamos, distantes tan luego.

Cristales dorados, aquel ventanal
olvidar no pudimos, no supimos que hacer
esos días lejanos, ese mes otoñal…
Los dejamos partir, quizás sin saber.


Jorge Naonse
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