miércoles, 25 de mayo de 2011

Recuerdos de adolescente


Esa noche nos conocimos,
ni bailamos
tú, eras la amiga de mi amigo
a el le gustabas y con el bailabas.
En esa fría noche no lo imaginé,
todo, todo comenzaba.
¿Fue el azar? Quizás la música
o el camino que marcaba
nuestros destinos.

Todo comenzó tan lentamente,
casi, sin darnos cuenta,
Tú junto a mi, yo junto a ti,
escuchábamos a Beethoven y Chopín
y allí fue, en los sesenta.

Nunca podré olvidar
Y menos, no recordar,
cuando bailabas y era para mi.
¿Fue Seherezahade o Amor Brujo?
¿Que acercarnos nos indujo?
Fue en los sesenta, sin darme cuenta
en tus redes fui cayendo,
redes de tormenta.

Nunca olvidaré, en los sesenta,
dos almas, dos destinos
Comenzaban a entrelazarse dos en uno
tan lentamente sin darnos cuenta.

En esas tardes de gris otoño,
horas pasábamos casi no hablábamos,
solamente a los ojos nos mirábamos
escuchando a Beethoven y Chopín
Embelesados.

Poco a poco esas tardes de gris otoño
cedieron el paso al negro invierno
y luego llegó la primavera.

Fui sintiendo algo extraño
que me invadía, me sucedía
Por vez primera.

A mi corazón algo le sucedía,
aún, no lo podía comprender,
era algo muy extraño,
jamás lo había sentido
De mi pecho quería irse
y depositarse en otro ser,
me sucedía por vez primera
Y fue en esa, esa primavera.

Y fue en Noviembre de aquel año,
que conocí por vez primera
Ese dolor, y era amor,
dentro mio nacía, se anidaba,
y placer y daño, ya me causaba.

Faltaban días de ese siguiente año,
y nuestro amor tan incipiente
Fue arrastrado, llevado por la corriente,
con los acordes de la quinta sinfonía
por vez primera supe de ti,
tú, te acercaste en primavera...
Y quizá yo, amé por vez primera.

...
Apenas dejaba la adolescencia
y tu ya fuiste desde ese día,
apoderándote, posesionándote,
de esa alma que era mía...
Y te la llevaste en esos días.

Al día de hoy me pregunto...
¿Por qué no supimos vivir juntos?
Pasaron días meses y años,
y la respuesta no pude hallar,
pasaron días meses y años...
Y jamás, la pude encontrar.

Mas, no sé si tú la hallaste,
si hallaste lo que buscabas,
así fue pasando el tiempo
y nuestras sendas se bifurcaron,
distintos fueron nuestros caminos
y cada cual fue por su lado
buscando su mismo sino.

¿Lo has hallado?..Yo no lo se.
Mucho daño los dos nos hicimos,
buscando nuestros destinos.
¿Los hemos hallado? Yo no lo se,
pero tu tal vez quizás?
Mas olvidarme nunca podrás
porque lo mismo me pasa a mi,
yo se, nunca jamás...
Podré olvidarme de ti.

EL CAMINO DE LA VIDA NOS LLEVA
MUY LENTAMENTE,
A SUPERAR NUESTROS DESTINOS
LOS DESACIERTOS, MAS NUNCA PODREMOS
OLVIDAR LO QUE SENTIMOS Y VIVIMOS
EN ESOS DIAS, ESOS MOMENTOS.

TODO TIEMPO PASADO Y VIVIDO
DEJA SU MARCA Y TAMBIÉN LA HUELLA.
AUNQUE UNO DIGA,
¡YA NO RECUERDO, LO HE SUPERADO!
MAS EN LA MENTE QUEDA EL REGISTRO,
Y LOS RECUERDOS QUEDAN GRABADOS
GRABADOS QUEDAN EN LA MEMORIA,
Y NUNCA, NUNCA PASAN A SER HISTORIA.

Casi dos años han pasado,
dos años, sin darme cuenta,
y no solo, no se han borrado
sino mas bien creciendo van
en mi pensamiento, en mi mente,
fue el primero, primer amor
De adolescente,
y quedé marcado, marcado quedé
eternamente.

En dos años, borrarlo no pude,
está muy dentro mio,
me lastima y hace daño
y borrarlo no puedo de mi mente,
y así tendrá que ser...
Tendré que vivir con el,
y será por siempre.


José Gennaro 1961/1965
der.prop.int.762.612

Crepúsculo


Así me siento yo en esta tarde gris,
como el triste sol del crepúsculo
y aquél árbol que apenas veo,
aquella gaviota volando entre las nubes 
y aquél rio que corre sin saber por qué.
...
Su imagen se desdibuja y desaparece
entre las tenues sombras de la tarde,
entre el olvido y mi humo levanrto la vista.
...
Desde mi ventana observo un caballo
con sus crines ondeando el aire
y corre y corre desafiando al viento
y cual veloz saeta al infinito llega.
...
Crece mas mi debilidad
y mas aún mi insaciable curiosidad
cuando asumo la actitud de fuerte y digo,
mas mi oído se niega, no quiere escuchar.
...
Otra vez el viento
con arcano y fuerte zumbido,
la extraña música del otoño
con ese opaco manto de sequedad,
murmura en mis oídos
toda esa bella tristeza del otoño.
...
Las hojas caídas son hermosas
como bellos los árboles sin ellas.
...
Las pequeñas luces de la ciudad
con incandescente brillo picotean
imperceptiblemente el horizonte,
como pájaros volando sin destino.
...
La leve y quieta monotonía,
intransparente y amarga inmovilidad
de todo lo que me rodea
oprime mi ser, mi cerebro
apretándome, con su débil fuerza.
...
El miedo agudiza mi incertidumbre
y la angustia se apodera de mi, 
con aspereza.
...
Silencioso Domingo expirando lentamente
como queriéndodose ir quizás, para siempre.
...
Este ocaso que atrapó mi melanconía,
en esta tarde, este triste día.
...
El color blanco del frío
y el negro color del triste hastío,
la absurda queja de los enfermos
y la amarga noche de los que nada tienen,
la soledad de los que sufren
impactan con tristezas mi pensamiento
y pueblan mi mente de amarga soledad.
...
Así, no me siento con ganas de existir,
así y aquí, me siento solo,
tan solo, como si fuera único ser,
y el árbol, el caballo, el viento,
todo lo que me circunda y rodea...
También están solos...
Cuando estoy solo yo.

José Gennaro
Argentina 2001