lunes, 23 de abril de 2012

Desde esa ventana

Para que  comprendas,
el desencanto de mirarte,
observando la triste despedida,
mirada triste, en la cobarde huida,
terrible desazón, olvido de la vida.
...
Así te observaba desde el ventanal,
caricias le brindabas a tu ser querido,
con desencanto vi, no ser correspondida,
en el amargo instante, ante la partida.
...
No supe comprender tanto desamor,
del hijo tan amado soñar una caricia,
solo pude ver, todo tu dolor...
Y tus  tristes ojos, carentes de sonrisas. .
...
Detrás del cortinado miraba con tristeza,
comprender no pude, ese gesto frío,
ese amanecer tan falto de tibieza...
Dos lágrimas caían, cual gotas de rocío.
...
A el tu te abrazaste con timido recelo,
y sus claros ojos de mirar ausente,
el se fué alejando, en ti quedó el desvelo...
Mientras que partía, mirabas dulcemente.
...
Tu corazón de madre, sufría tristemente,
amor le prodigabas, su rostro acariciabas,
despacio fué marchando, casi sutilmente...
Y desde esa ventana, mi corazón lloraba.


Jorge Naonse 25/10/2010


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