Tenues caricias en mis sentidos,
las hondas llagas cicatrizaban,
te arraigaste ese invierno querido,
los negros dias, de mi se alejaban.
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Tan suaves delicias, amor verdadero,
fué en ese invierno, a tí conocí,
cuantas caricias, cuantos te quiero,
y desde aquel dia, te adueñaste de mi.
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Delicados momentos, profunda belleza,
la flama y el fuego abrasándonos fué,
intensas las noches, tu blanca pureza,
invadieron mi alma, y allí me quedé.
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Ansiados los dias, tu franca sonrisa,
vibrar cada instante, sentirte tan mia,
soñando por siempre, dulces caricias...
Prisionero me hiciste, de noche y de dia.
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Dias de ensueño, con tu dulce mirada,
dos almas gemelas, nos fuimos amando,
así sin el otro, no seríamos nada...
Y juntos lo fuimos, amor puro y encanto.
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Amarnos por siempre, allí comenzamos,
virtudes, defectos, los dos compartimos,
tan solo por eso, y solo por eso...
desde alli dos en uno, nosotros lo hicimos.
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Hubo tormentas, y muchos dias de sol,
así juntos logramos, el mismo camino,
dias y noches, tan plenas de amor...
Dos almas unidas, un solo destino.
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Con fuerzas del alma, juntos quisimos,
enfrentamos a todos, con decisión,
asi fuimos marcando, trazando caminos...
Y unimos dos almas, en una sola ilusión.
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Nunca jamás, podría olvidar,
tarde tan fria, en patio Español,
allí comencé, negros dias borrar,
y cobijaste mi alma, ansiosa de amor.
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Jorge Naonse 2008
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